Trastorno de Déficit Atencional con Hiperactividad (TDAH)
Introducción.
Hoy en día es muy frecuente encontrar en las aulas menores con problemas de atención y concentración que presentan pobres rendimientos escolares. Asimismo, su inquietud motora puede llegar a ser tan extrema que se les hace prácticamente imposible mantenerse en sus lugares de trabajo.
Debido a ello las derivaciones a profesionales neurólogos, psicólogos y psiquiatras infantiles se han vuelto una modalidad más dentro del sistema educativo. Frecuente es también acudir a profesores de educación diferencial o psicopedagogos para intentar solucionar los problemas de rendimiento que aquejan a estos menores.
Sin embargo, la solución no parece ser sencilla ni abordable a través de una sola modalidad. Requiere de la participación de un equipo multidisciplinario para evaluar, diagnosticar y tratar las alteraciones que se puedan encontrar.
Desafortunadamente no siempre se cuentan con las facilidades para acceder a los distintos profesionales y las soluciones requieren de un tiempo prolongado en manos de algún especialista.
A continuación intentaremos abordar brevemente el concepto de Trastorno de Déficit Atencional con Hiperactividad (TDAH) y los problemas que genera en los menores que lo padecen.
Problemas de Aprendizaje y Disfunción Cerebral Mínima.
Dentro de la gama de los problemas de aprendizaje o discapacidades primarias de aprendizaje o como algunos autores aún llaman, Dislexia, encontramos aquellos que son producidos o que manifiestan alguna alteración de la actividad motora.
El concepto de disfunción cerebral mínima surge hace 35 años de la descripción de la sintomatología de niños con lesiones cerebrales que no presentaban síntomas neurológicos específicos que señalaran la existencia de una lesión encefálica. Su síntoma más característico era la “hiperactividad”.
La cuestión era que podía existir una lesión cerebral que no era detectable por los instrumentos de evaluación contemporáneos. En 1962 el concepto de disfunción cerebral mínima fue aceptada por la mayoría de los especialistas de todo el mundo, sin embargo, se lo usaba frecuentemente como sinónimos del término dislexia o discapacidad de aprendizaje.
La opinión de los especialistas es que las discapacidades de aprendizaje pueden manifestar síntomas de disfunción cerebral mínima. Algunos de los síntomas característicos son la hiperactividad, la hipoactividad y la inquietud motora. La hiperactividad e inquietud motora se incluyen dentro del concepto de hiperkinesia.
La hiperactividad es una desinhibición motriz provocada por estímulos externos y tiene una relación directa con la disfunción cerebral mínima, es decir, se la relaciona con lesión encefálica y es la más común en las discapacidades de aprendizaje. Por otro lado, la inquietud motora es producida por una desinhibición postural provocada por una inadecuada información corporal (estímulos internos, trastornos vestibulares o propioceptivos).
Finalmente, la hipoactividad corresponde a una inhibición de la corteza cerebral y es el síntoma menos frecuente en las discapacidades de aprendizaje.
Atención y Concentración.
El desarrollo de las habilidades comunicativas y del aprendizaje son producto de una multiplicidad de factores, dentro de los cuales se cuentan, aspectos externos al organismo, tales como el medio ambiente e internos tales como los procesos biológicos y cognitivos. A nivel biológico podemos señalar que los lóbulos frontales del cerebro son responsables de la concentración selectiva de la atención sobre los estímulos. Generalmente su daño o disfunción provoca que la atención se centre sobre estímulos irrelevantes.
Las habilidades atencionales, como sabemos, son consideradas un prerrequisito para el desarrollo de la lectoescritura, es decir, es un dispositivo básico del aprendizaje. Esto se debe a que para acceder a cualquier nuevo conocimiento se requiere un cierto nivel de atención selectiva para aquellos estímulos que necesitamos aprender.
Es necesario recordar que una atención selectiva eficaz depende de la normalidad del sistema nervioso central, de la motivación de los niños frente al aprendizaje y del manejo de conocimiento suficiente para facilitar los procesos atencionales.
También la atención influencia el tipo y la cantidad de material que se ha de procesar, es decir, determina que canales receptivos deben permanecer alertas (visual/auditivo) y como tratar la información que llega de acuerdo a su cantidad. Asimismo, la atención involucra la conciencia, es decir, la capacidad de darse cuenta de sí mismo y del entorno que le rodea. Esto permite la orientación temporoespacial y la conducta frente a los demás.
Los problemas atencionales van desde los casos severos donde los menores no logran filtrar los mensajes de sus interlocutores, a cuadros leves que impide la integración de factores específicos del aprendizaje. Una capacidad atencional limitada puede producir un menor tiempo de reacción a los estímulos y mayor número de errores.
En resumen, las habilidades atencionales son un factor esencial en todo proceso educativo.
Etiologías.
Hoy en día se postulan causas múltiples para el TDAH y de las cuales se pueden citar:
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Exigencias inadecuadas en relación a la edad madurativa.
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Trastornos emocionales.
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Disfunciones familiares.
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Adicciones a drogas.
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Patologías psiquiatricas.
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Trastornos neurológicos.
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Alteraciones del sistema estomatognático (Respirador Bucal).
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Otras.
Derivaciones.
La primera derivación, ante la sospecha de un cuadro de TDAH, debería ser al profesional Neurólogo infantil, quien deberá realizar las evaluaciones pertinentes para determinar la indemnidad del sistema nervioso.
La segunda derivación debiera ser al profesional Psicólogo quien debe evaluar tanto al menor como a la dinámica familiar en la que está inserto.
Finalmente, una vez realizadas las evaluaciones anteriores, determinar la real existencia de problemas de aprendizaje por medio de una evaluación Psicopedagógica.
Generalmente, la mayoría de las causas son de origen neurológico y una vez controlada la etiología desaparecen los problemas de aprendizaje, ya que son secuelas del TDAH.
Comentarios.
Los problemas que acarrea el TDAH repercuten poderosamente en todos los procesos de aprendizaje imposibilitando que estos se desarrollen adecuadamente. La dificultad, hoy en día, es detectarlos antes de que los menores sean expuestos a los procesos de aprendizaje dirigidos.
Por lo anterior es requisito indispensable en todo menor que presente alguna discapacidad de aprendizaje descartar la presencia de un TDAH. Desgraciadamente, la detección tardía es la más frecuente, y la realiza el profesor de aula al darse cuenta de los problemas atencionales y de hiperactividad. Sin embargo, esta dificultad ya es detectable a nivel de jardín infantil, lugar en el cual deben realizarse las primeras derivaciones a especialistas para evitar que los problemas se consoliden en el tiempo.
Bibliografía.
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- De Quirós, J. B., Schrager, O. L. "Fundamentos Neuropsicológico en las Discapacidades de Aprendizaje". Buenos Aires. Edit. Médica Panamericana. 1980.
- David, P. “Diagnóstico Diferencial del Síndrome de Déficit Atencional”. Revista Repsi Nº 48. pp 11-15. Marzo – abril. 2000.
- Portellano, J. "Introducción al Estudio de las Asimetrías Cerebrales". Madrid. Edit. CEPE.1992.